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DE LA SIERRA

Activos USD 32,1 millones
Pasivos USD 17,9 millones
Utilidades brutas USD 4,8 millones
Ventas USD 99,7 millones
Impuestos USD 1 millón

LLas cifras corresponden al 2010

HISTORIA

La firma nació jurídicamente en junio de 1960 en Ambato, en el local comercial de Temístocles Sevilla, situado en las céntricas calles Bolívar y Martínez.
Los ambateños Rodrigo Vela Barona y Temístocles Sevilla Sánchez y la empresa quiteña de los hermanos Cabeza de Vaca se unieron para formar la compañía Automotores de la Sierra S. A (ASSA). La inversión inicial fue de USD 200 000 sucres (equivalentes en aquel año a unos USD 11 000). El dinero provino de un capital familiar y de los socios capitalinos.
La naciente empresa de vehículos en Tungurahua empezó sus actividades comerciales con la venta de automóviles Volkswagen, importados a través de la empresa de los hermanos Cabeza de Vaca. Ellos, a su vez, eran entonces los distribuidores de la marca alemana para el mercado de Quito.

CRECIMIENTO

En medio siglo de vida, la firma ha desarrollado negocios inmobiliarios, de seguros, procesos de crédito, sistemas informáticos, repuestos de automóviles.
En sus inicios, como taller para autos instaló elevadores hidráulicos para la reparación y lavado de vehículos. Se dio énfasis en la atención en mecánica general, lavadora, lubricadora, enderezada y pintura.

 
 

Siete años más tarde (1967) todo el andamiaje se trasladó a las calles Francisco Flor y Miraflores. En un terreno de 3 478 m² se edificó el nuevo taller de servicios, sala de repuestos y administración.
Allí, hasta finalizar la década del 60, la compañía sumó 16 trabajadores en nómina con tendencia a crecer. Todo esto bajo la dirección del empresario quiteño Manuel Cabeza de Vaca. Así, Automotores de la Sierra S. A. (ASSA) se expandía.

INNOVACIÓN

Una de las primeras innovaciones fue el uso de elevadores automáticos para ofrecer el servicio de reparación y lavado de vehículos, en 1960; así se evitó el uso del martillo al acoplar o extraer diferentes partes y piezas en los automotores. Otra innovación ocurrió tras la crisis financiera de 1999 y la recuperación económica a partir del 2002. La nueva bonanza permitió levantar las instalaciones de ASSA para el segmento de buses y camiones en Riobamba y comprar inmuebles al norte de Ambato. En el edificio matriz se construyó el taller de latonería y pintura. Además, se invirtió en software y equipos de comunicación satelital para las agencias de Ambato, Latacunga y Riobamba.
José Luis Sevilla, gerente de la firma, explica que la diversificación de los negocios permitió el posicionamiento de ASSA en la región.

ESTRATEGIAS

El año para probarse internacionalmente llegó para ASSA en 1984 luego de establecer una alianza con la multinacional General Motors. Este acuerdo permitió la comercialización de los modelos Trooper, Chevette y Cóndor. Este último se convirtió en un ícono del mercado. Un año después, en 1985, se firmó el contrato de distribución y partes de General Motors para las provincias de la Sierra centro. En 1989, el capital de la firma era de 350 millones de sucres (unos USD 600 000), con 20 socios y la venta de 2 645 automóviles en la región.
La firma trasladó su matriz y operaciones al sur de Ambato. En un área de 6 800 m² se construyó el nuevo edificio matriz ASSA. Ese mismo año se invirtieron 34 millones de sucres (cerca de USD 60 000) para abrir las sucursales de Riobamba y de Latacunga.

 
 
CRÉDITOS: Editor general: Xavier Basantes, Redacción web: Talina Mosquera, Diseño y Programación: Patricio Ushiña / REVISTA LÍDERES / Grupo EL COMERCIO