QUÉ HAGO
POR MI PAÍS

Ser optimista y creer en uno mismo es la mejor forma de aportar de manera positiva al crecimiento del país y al desarrollo personal de centenares de obreros que por años han trabajado en nuestras empresas. Bajo ese criterio, es importante también creer en el equipo y en las personas que están trabajando en tu empresa. Ellos arriman el hombro para engrandecer al Ecuador.
Es fundamental el aporte de la clase trabajadora, pero también es fundamental creer que lo que estamos haciendo es posible. Hace seis años, cuando iniciamos el proyecto para cambiar la matriz energética de gas licuado de petróleo a gas natural, nos decían que estábamos locos; muchos industriales y empresarios nos veían con escepticismo. Ahora estamos a punto de inaugurar la primera planta de gas natural en Cuenca.
Esa lucha, esa perseverancia y esas ganas de salir adelante en este país las heredé de mi padre Alfredo, un gran empresario que supo manejar su empresa a pesar de que el país vivía una época en la que había muchos temores.

Mi padre fue un migrante que viajó a Estados Unidos pero regresó, creyó en su país y formó una gran industria que ha dado trabajo a miles de personas y eso nos enorgullece.
Mi característica es transmitir positivismo y siempre recalcar que vivimos en un sitio privilegiado. Si entendemos y superamos las partes negativas, a pesar de los problemas que se presenten, vamos a tener éxito y evidentemente ese es el mayor aporte que como empresario puedo transmitir a la organización y al desarrollo de este país.

CUÁL ES MI
COMPROMISO POR EL
EMPRENDIMIENTO

Los emprendedores tienen características propias, pero siempre están basadas en algo positivo. En el caso de nuestro Grupo, siempre busco que los obreros sean emprendedores en el puesto en el que se desempeñan.
Eso trato de lograrlo siempre con el ejemplo, que para mí es fundamental. Así como yo tomé el ejemplo de mi padre, quiero que el resto vea en mí una persona luchadora, positiva y con ganas de seguir adelante.